Este fin de semana, Irlanda ha sufrido una gran conmoción por un incidente que le ha costado la vida a dos soldados.
Las diferentes fuentes dan versiones aparentemente iguales pero con diferentes matices sobre los hechos que causaron el desgraciado suceso.
En primera instancia la información apuntaba a que los terroristas habían conseguido entrar en el recinto protegido haciéndose pasar por repartidores de pizza. Sin embargo, esta versión fue rápidamente corregida por los medios para reflejar una diferente en la que los soldados salían fuera de las instalaciones a recoger la pizza que los repartidores traían en dos coches (un repartidor en cada coche) y en ese momento dos terroristas que se encontraban en un tercer coche dispararon a los soldados causando la muerte a dos de ellos, heridas de consideración a otros dos y dejando a los repartidores de pizza con heridas de diferente consideración.
Lo que ocurrió realmente sólo lo sabrán unos pocos pero la realidad es que la primera versión hubiera supuesto un gravísimo fallo en el proceso de identificación y autenticación que sucumbió a un ataque por suplantación (impersonation) mientras que la segunda supondría uno poco menos grave por el hecho de no haber valorado adecuadamente los posibles riesgos derivados de lo que en principio era una simple entrega de unas pizzas y 4 soldados que salían a recogerlas. A esto hay que añadirle que si había, como se supone, un control, éste no funcionó. Resulta muy escandaloso que en una base militar no haya nadie en el puesto de control que se encargue de la identificación y autenticación de los visitantes y continuo examen del exterior y que esta persona no vea a otras dos en un coche con ángulo de disparo sobre la puerta de forma que pueda realizar varios disparos certeros provocando tal desgracia.
Cada cual que extraiga sus conclusiones, yo ya tengo las mias.
lunes, 9 de marzo de 2009
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